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¿Dónde ir?

¿Dónde ir?

 

El norte

Conocida como la Cote D'Azur criolla, y con más playas de arena y sol que en cualquier otro lugar de la isla, el norte es lógicamente más popular. Grand Baie es la joya de la corona, situada en una resguardada bahía en forma de herradura bañada por aguas esmeraldas, en la costa noroeste. Cuenta con muchísimos hoteles, zonas comerciales y la más activa vida nocturna de la isla: solo en la carretera costera de Pereybère hay más de 50 restaurantes.

Es la zona de salida de las expediciones náuticas a las islas del norte y demás actividades marítimas; cuenta también con numerosas playas, cada una más hermosa que la otra. Las preferidas entre los mauricianos y los turistas son Trou aux Biches, a la sombra de pinos australianos; la larga y curva playa de Mont Choisy, que bordea desde Pointe aux Canonniers hasta Grand Baie, y la bellísima playa de Pereybere. Cap Malheureux es un pueblo increíblemente pintoresco, famoso por su iglesia de techo rojo, sus vistas de las islas del norte y su importante comunidad de pescadores.

 

Al este

La ventosa costa este es la Isla Mauricio que sale en las fotos y, sin duda, uno de los litorales más hermosos de la isla -con permiso de las lagunas de agua esmeralda. Está salpicada aquí y allá por numerosos hoteles de lujo y pueblecitos con encanto; la playa de Belle Mare, de varios kilómetros de largo, es su principal atractivo.

La Ile aux Cerfs, el paraíso para los deportes acuáticos, es de visita obligada. Cuenta con un animado embarcadero, playas infinitas y una granja de tortugas. Para llegar a la isla se puede hacer en una lancha rápida, una piragua, un barco con fondo transparente, un catamarán o incluso... ¡un barco pirata!

La playa pública de Roches Noires se extiende hasta Poste Lafayette, un sitio ideal para pescar y respirar aire fresco. Bras d'Eau es una pequeña bahía en la laguna de Poste lafayette; la playa que alberga tiene vistas al sur, lo que significa que se puede ver el amanecer y el atardecer. Y por la noche, es el mejor lugar de Mauricio para ver la Vía Láctea.

La East Road es mucho menos popular que las del Oeste y el Norte, pero le aseguramos que vale la pena. Serpentea desde Grand River South East hasta Mahebourg siguiendo la costa; atravesando pueblecitos de campo y casas de pescadores, nos regala unas impresionantes vistas de la cordillera de Grand Port y toda la laguna de agua turquesa que se extiende desde Trou d'Eau Douce hasta Blue Bay.

 

El sur

Aquí se encuentran los paisajes más agrestes y hermosos de la isla: playas arenosas rodeadas por acantilados cincelados por las olas, costas rocosas, campos infinitos de caña de azúcar, cerros con paisajes que quitan la respiración. Una sencilla carretera recorre los acantilados de basalto esculpidos por el oleaje en Gris Gris, hasta llevarnos al monolito rocoso de Le Morne Brabant, con sus aldeas de pescadores, puestos de fruta y sus playas desiertas. Los viajes en barco con fondo transparente salen del Blue Bay Marine Park, en el sureste. En el Parque Natural La Vanille, en esta zona, no es extraño cruzarse con cocodrilos, tortugas gigantes, iguanas o murciélagos frutícolas de Mauricio.Uno de los principales pueblos de pescadores de la isla, Mahebourg, ocupa una parte de la inmensa bahía de Grand Port.

No hay muchas playas en esta parte de la isla, pero las que hay valen la pena. Una de ellas es la famosa playa de Blue Bay, rodeada por un bosque de pino australiano y considerada una de las más bonitas de la isla: arena fina, agua cristalina y corales irisados hacen de ella el paraíso del buceo en apnea.

La carretera de Baie du Cap es, sin duda, una de las más bellas del mundo para conducir. Es donde está la famosa curva de herradura en la que tantos turistas suben a la peña contigua para hacer fotos de las impresionantes vistas de la costa sur.

 

El oeste

La costa oeste, más resguardada, tiene playas muy tranquilas y poco profundas de arena dorada, y es la preferida por las familias con niños. Destaca la zona turística de Flic-en-Flac y la tranquila Wolmar. Protegida de los vientos dominantes, la región cuenta con excelentes hoteles y lagos lo suficientemente tranquilos para nadar, bucear en apnea, hacer submarinismo, esquí acuático, kayak, hidropedales y vela.

No se pierda la Tamarin Bay o el mundialmente famoso "One Eye" en Le Morne, la meca de cualquier surfista. Le Morne también es un paraíso para los kitesurfistas en razón de los constantes vientos que todo el año barren la zona desde el sureste y toman fuerza en este preciso rincón de la isla. No obstante, la bahía de Tamarin es también afamada por la posibilidad de nadar con los delfines, mientras que el Black River (Rivière Noire) es más famoso por la pesca deportiva.

El parque de eco-aventuras Casela contiene fauna africana y actividades mil, desde karting en el barro hasta puenting en los cañones; para los amantes de la naturaleza, el verde Parque Nacional Black River Gorges enseña todo sobre raros especímenes de aves, incluída la cotorra de Mauricio. Y el Grand Bassin (también conocido como Ganga Talao), es un lago de origen volcánico rodeado por estatuas de dioses hindúes y templos animadísimos en fechas señaladas. Finalmente, las tierras altas de Chamarel gozan de la esa maravilla geológica que son las Coloured Earths, y la Ebony Forest Reserve.

 

Zona central

La meseta central está situada entre 400 y 600 metros sobre el nivel del mar, y es sensiblemente más fresca que el litoral. Desde el sur de Port Louis, esta vasta área urbana alberga a unas 400000 almas, lo que representa más de un tercio de la población de la isla. La meseta cuenta también con bosques, lagos y plantaciones que bien merecen una visita.

Cuatro ciudades -a saber, Rose Hill, Quatre Bornes, Vacoas y Curepipe- conforman el corazón de la isla.

La concurrida calle principal de Rose Hill respira comercio durante todo el día; vale la pena visitarla si no teme el calor humano y quiere encontrar los mejores chollos. No faltan las tiendas para darse una vuelta, ni restaurantes locales a discreción.

Quatre Bornes es una ciudad cosmopolita, con un afamado mercado donde le esperan las gangas; las tiendas que bordean la calle principal también tienen productos de ocasión.

La ciudad de Vacoas es mejor conocida por el Club de Golf Gymkhana, el campo de golf más antiguo del hemisferio sur. Encontrará mauricianos corriendo por sus pistas al aire libre, y jugando fútbol en algún campo.

Finalmente, Curepipe, con las temperaturas más frescas en Mauricio, ha conservado su encanto y alberga dos de los tesoros de la isla: el Trou aux Cerfs, el cráter de un volcán inactivo, y el Jardín Botánico con sus rarísimas especies de plantas.